martes, 14 de febrero de 2012

Encadenados por amor

Hace unas horas se he estrenado el trailer de Tengo ganas de tí. Aquí lo puedes ver:


Esta esperadísima película es la continuación de la taquillera Tres metros sobre el cielo.Muchos la despreciarán y la tildaran de comercial o lo que sea, pero TMSC fue la película española que más recaudó en nuestro el año de su estreno.Tampoco es para tomárselo a risa.
La secuela, protagonizada por Mario Casas y María Valverde repitiendo papel y la incorporación de Clara Lago, nos cuenta el regreso de Hache tras los sucesos que marcaron su pasado.
Sin duda será un éxito aunque habrá que esperar hasta junio.

Gran parte de su popularidad es debida sobre todo a su protagonista masculino pero también a los libros en los que se basan y a la gran acogida que estos han tenido en el mercado español.

Ho voglia di te (Tengo ganas de tí) es la segunda parte de la exitosa saga que catapultó a Federicco Moccia a la categoría de autor de "culto" entre la juventud italiana y cuyo éxito ha traspasado sus fronteras y ha llegado a otros lugares, entre ellos España.Tras Tengo ganas de tí llegaron otras sagas como Perdona si te llamo amor, y su continuación, pero por ser hoy San Valnetín vamos a dedicarle un poco más de espacio a Ho voglia di te.

Uno de los fragmentos más memorables del libro y de la película italiana (aun no sabemos si se incluirá en la española) es aquel en el que Step y Gin sellan su amor colgando un candado en un puente y tirando la llave al río Tíber.
Desconozco si este romántico gesto era ya costumbre entre los jóvenes romanos antes de la publicación del libro, pero lo que si es seguro es que después de él no ha quedado un solo puente que se libre de la invasión de los candados del amor.
Y no solo en Roma, lugar donde se localiza la acción de Ho voglia di te, si no en muchas más partes del mundo.
Es entrañable recorrer el mundo y ver los mismos gestos de amor por todas partes. No se puede evitar sonreir al ver tantos y tantos candados atados para siempre a una promesa de amor eterno.
No es que Federico Moccia sea santo de mi devoción, más bien al contrario, pero le tengo que otorgar lo que se merece y me parece de lo más bonito y admirable el ser capaz de crear nuevas tradiciones.
Tiene que ser sobrecogedor ver tu idea, tus candados, en los puentes de medio mundo.Porque no siendo el mejor novelista de su época, si se puede decir que es uno de los que con más pasión nos ha hecho creer en el amor.Dentro y fuera de los libros


El puente donde se cuelgan los candados en el libro es Ponte Milvio en Roma.Para los muy fans que estén de visita enla Ciudad Eterna es casi obligado pasarse por allí.Y si se va con alguien especial por qué no tentar un poco al destino y dejarse encadenar por amor.
Para llegar allí lo mejor es llegar hasta el Estadio Olímpico, con cualquier bus que llegue hasta allí o si se prefiere dar un largo paseo, está a media hora andado por la orilla de río desde Piazza Del Poppolo.
Si por alguna razón dejas de creer en que existe el amor en el mundo pásate por uno de estos puentes y recobrarás sin duda la esperanza.

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